Observar la presencia de víboras en el inventario de Paroy no nos debe de extrañar ya que la presencia de drogas de origen animal fue frecuente en los petitorios farmacéuticos hasta bien entrado el siglo XIX. El extracto fluido de cantáridas era muy conocido por sus propiedades vesicatorias, llegándose a utilizar como arma de guerra, cual si de un antecesor del gas mostaza se tratase. Sin embargo fue más conocido por sus propiedades afrodisíacas al ocasionar sus pinceladas la vasodilatación requerida en los lugares de aplicación. La cantaridina es el principio activo y el coleóptero del que se extrae es la Litta vesicatoria o mosca española llamada así porque fueron médicos españoles los que la popularizaron en el siglo XVIII.
Dioscórides comentaba la gran eficacia en “provocar la lujuria de estos animalucos”. Para ello el insecto era recogido en un recipiente de barro que era tapado con un paño y boca abajo se sometía a los vapores de vinagre hirviente hasta asfixiarlos. Luego los insectos eran triturados y secados, hasta la obtención de un polvo blanco. Benito Pérez Galdos describe su aplicación en el rey Fernando VII en su obra “un faccioso más y algunos frailes menos” al comentar que en la aplicación en la nuca de las cantáridas le hizo sentir nuevamente Rey de España.
Hoy en día nuestro arsenal terapéutico está mejorado, pèro es curioso que el descubrimiento del sidenafilo haya sido también consecuencia de un efecto secundario detectado al investigar sus propiedades vasodilatadoras.
La disfunción eréctil masculina se ha definido como la incapacidad persistente para lograr y / o mantener la erección del pene suficiente para un desempeño sexual satisfactorio. La prevalencia de disfunción eréctil varía desde el 52% en hombres de 40 a 70 años hasta más del 95% en hombres mayores de 70.
El citrato de Sildenafilo, conocido comúnmente bajo el nombre de Viagra® se trata de un fármaco que a partir de 1998 comenzó a comercializarse para tratar la disfunción eréctil, convirtiéndose en el primer fármaco por vía oral capaz de producir una erección de manera fiable. También se usa para tratar la hipertensión arterial pulmonar.
Su descubrimiento fue casual cuando se usaba para tratar la angina de pecho y actualmente se ha convertido en uno de los fármacos más vendidos del mundo para tratar la disfunción eréctil.
No es eficaz en pacientes con impotencia endocrinal, pérdida de la libido, eyaculación precoz o infertilidad.
Sus principales efectos adversos son dolor de cabeza, rubor, dispepsia, diarrea, congestión nasal, indigestión, alteraciones visuales, mareos y erupción cutánea. Se han notificado casos de taquicardia ventricular e infarto agudo de miocardio en pacientes con cardiopatía isquémica después del consumo de sildenafilo, con lo cual, se trata de un fármaco, cuya dispensación está sujeta a prescripción médica,por lo tanto, la fraternidad médica debe abordar la cuestión ética de quién debe recetar este medicamento y deben formularse pautas adecuadas para evitar el uso indebido del sildenafilo.
Sus principales competidores en el mercado son el Tadanafilo (Cialis®) y Vardenafilo (Levitra®) entre otros, de acción más rápida y prolongada, fruto de un mecanismo de acción algo diferente, basado en una relajación en el músculo involuntario del pene al tiempo que aumenta el flujo sanguíneo por lo cual el paciente requiere de estímulo externo sin el cual el medicamento no funcionaría.
El auge del uso de estos medicamentos ha estado basado en la publicidad surgiendo por este motivo el debate sobre la Publicidad directa al consumidor y la Atención Farmacéutica.
¿Qué es la Atención Farmacéutica?
Antes de 1997, en EEUU la publicidad directa al consumidor de los medicamentos no estaba permitida. Muchos pacientes desconocían el nombre de su enfermedad y los medicamentos prescritos no llevaban el nombre en el envase. Esto cambió cuando la Food and Drug Administration (FDA) autorizó la creación de dos tipòs de publicidad directa: la que informa sobre el tipo de enfermedad y la que anuncia sobre el medicamento. Esta información es fundamental para mejorar el conocimiento de la propia enfermedad y las pautas de comportamiento. Sin embargo, la publicidad tiende a acentuar los beneficios reduciendo al mínimo los riesgos, aunque si las empresas farmacéuticas invierten más de cuatro mil millones de dólares al año en publicidad es porque creen en el valor de su inversión.
El aumento acelerado de la demanda deja poco tiempo a médicos y farmacéuticos para educar a los pacientes y aclarar concepciones erróneas. La Atención Farmacéutica pretende cubrir este vacío informativo por parte del profesional del medicamento, que no es otro que el farmacéutico, de forma científica y protocolizada. Vivimos en un mundo globalizado que no puede poner puertas al campo, ni deseamos tener a un policía en cada esquina que coarte indiscriminadamente nuestra libertad de acción y nuestro derecho a velar por nuestra propia salud. En este contexto cobra especial importancia la educación para la salud y este ejemplo de círculo pernicioso entre el consumo de anabolizantes y afrodisíacos un ejemplo de campo obligado de acción de la Atención Farmacéutica.