El año pasado cerramos las IV Jornadas de divulgación histórica, recuperando el camino que seguían los padres agustinos desde La Laguna para alcanzar la costa tejinera tal y como describía Viera y Clavijo cuando narraba el periplo de la población lagunera tras la epidemia de landres de 1582.
En aquella epidemia fallecieron dos terceras partes de la población reuniéndose el Consejo por primera vez fuera de La Laguna en la ermita de San Gonzalo de Tegueste Nuevo, que si bien pertenecía a La Concepción en lo eclesiástico, en lo civil en cambio, pertenecía a Tejina. Esta ermita era una de las más antiguas de la comarca. El dominico Gonzalo de Amarante recién beatificado durante la conquista fue una devoción característica de estos primeros portugueses que se asentaron en la isla. Creemos poder ubicarla en tierras de los LLarena, en la unión de los barrancos del Infierno y de las Cuevas, el barranco que nos lleva a Jover, propiedad que desde fechas tempranas estaban vinculadas a los padres dominicos de Nuestra Señora de la Candelaria [i].
Cuando Alonso Fernández de Lugo conquistó la isla de Tenerife le acompañaron dos agustinos Andrés de Goles y el portugués Pedro de Cea. La devoción mariana de los agustinos es bien conocida y la imagen que entonces le acompañaba era una estatuilla de unos 50 cm que representa a una virgen embarazada, la Virgen de la Consolación que a día de hoy está expuesta en la Iglesia de la Concepción de Santa Cruz de Tenerife. La relación de los agustinos con la referente canaria, la Virgen de Candelaria, es anterior incluso a la conquista, no nos extraña por tanto que cuando los agustinos se instalaron en La Laguna crearan una de las primeras cofradías de Nuestra Señora de la Candelaria [ii] por parte de Pedro de Lugo sobrino del Adelantado y nieto de Alonso Fernández de Lugo, el viejo, fundador del convento agustino “los canarios” de Sanlúcar de Barrameda muy relacionado con los duques de Medina Sidonia. Sin embargo los pleitos con los Dominicos le relegaron su responsabilidad con la patrona a un segundo plano lo cual no estuvo exento de conflictos. De hecho dicha hermandad estuvo vigente hasta su disolución en 1572, con vinculaciones con Tejina a través del Guarda Mayor de Candelaria Bartolomé Joven que era cuñado de Jacome Carminatis y miembro de la cofradía de la Sangre. Apellidos como los Perdomo o los Tabares se vincularon familiarmente con los Joven. A partir de entonces la presencia agustina de origen portugués fue la mayoritaria. Procedían estos agustinos del monasterio de Nuestra Señora de Gracia en Lisboa.
La pareja de Pedro I de Portugal e Inés de Castro, reyes portugueses durante la reconquista, vivieron los últimos años en la parroquia de San Bartolomé de Coimbra, en la Ribera del río Mondego. Ciudad frontera de la conquista al musulmán, hizo de capital mientras se reforzaban la murallas de Lisboa. Coimbra es cruce de camino entre Oporto, Salamanca y Lisboa y paso obligado para los peregrinos que del sur de Portugal se dirigían a Santiago de Compostela. Las incursiones de estos ermitaños en África, que parecían rememorar sus orígenes ancestrales, influyeron de forma notoria en santos como San Antonio de Padua que sólo cambió al hábito franciscano tras conocer a San Francisco de Asís. Esta influencia portuguesa la podemos comprobar hoy en día en las ofrendas frutales a San Antonio de Padua, el santo lisboeta más popular y que todos los años se lleva a cabo en Los Majuelos de Güímar.
Estos agustinos que vinieron con el adelantado instalaron el hospital de campaña, en el convento del Espíritu Santo al que llamarían Hospital de los Dolores en 1505, los cuales tenían sus propiedades en el Barranco Aguas de Dios de Tejina. Estos terrenos junto con los de Arafo (antiguamente pertenecientes a Güímar) eran los únicos terrenos de regadío que tenían estos agustinos para el cultivo de la viña de regadío tan propia del valle del Douro portugués y tan necesario para la celebración de la eucaristía. Estos terrenos fueron cedidos por Gonzalo Mexía en 1509 y los agustinos no dudaron en comenzar la devoción a la Virgen del Socorro como de igual forma hicieron en Tegueste. Esta devoción de los agustinos por la Virgen del Socorro data desde 1499 cuando se trasladó una pintura cretensa a la iglesia de San Mateo en Roma regentada por agustinos. Un aspecto curioso es que mientras en Tegueste la propiedad continuó siendo de los Agustinos, la de Güímar fue cedida a la Concepción.
En 1527 Hernando Díaz solicita suelo para la creación de una capilla junto a la que era de Los Llarena (Los Remedios) bajo la advocación de San Bartolomé. Esta capilla se situaba en frente de la Cofradía de La Candelaria y a través de ella se abrió la puerta lateral hacia la calle de san Agustín y la de Los Molinos actual calle Núñez de la Peña que le comunicaban con el camino en peregrinación hacia Candelaria.
Por aquella época agustinos mallorquines y portugueses competían por la evangelización en tierras africanas. Mientras el adelantado llevaba a cabo racias en la costa africana, los agustinos llevaban instalados en esta costa más de un siglo. En una de estas incursiones victoriosas que el adelantado llevó a cabo en 1525 cogió prisionero al alcaide de Tagaost [iii] y a 80 miembros de su séquito que los mantuvieron prisioneros en La Laguna. Tagaost era entonces un importante enclave africano centro de caravanas que unían a Tombuctú con las costas mediterráneas.
En cierta ocasión el alcaide africano vió a dos agustinos a los que quiso venerar, porque en su tierra se encontraba un santón momificado con el mismo hábito que era lugar de peregrinación. Interesado por lo que narraba el Alcaide, el Adelantado no dudó en enviar a una comisión para verificarla. Hoy en día sigue siendo un lugar de veneración de los musulmanes del lugar. Los padres Agustinos se adelantaron a describir los hechos que parecen entre sus orígenes ermitaños, no dudando en decir que se trataba del padre Tadeo que había pertenecido al convento agustino de La Laguna. Sin embargo, las fechas no coinciden y otro teoría dice que el fraile momificado se trataba de algún fraile mallorquín llamado Bartolomé dada la cercanía de Tagaost al puerto de San Bartolomé africano. Recientemente se ha identificado la población de Tagaost que había desaparecido en las arenas del desierto, pudiéndose situar el Puerto de San Bartolomé a la desembocadura del río Asaca que como bien decía Viera y Clavijo solo distaba 19 leguas de Fuerteventura.
La excursión que realizamos el pasado día 11 de agosto nos ha permitido constatar la cercanía a la que se encontraba las propiedades agustinas de la costa de Tejina con el monasterio del Espíritu Santo. Dicha costa tenía un puerto de San Bartolomé con un evidente valor estratégico tal y como lo describía Leandro Torriani y con una conexión al otro puerto de San Bartolomé, el africano. De igual forma también pudimos constatar la devoción mariana de estos agustinos, con la virgen de Gracia, o la del Socorro o con la referente Canaria de la Virgen de Candelaria, tal y como pudimos comprobar con la antigua pila bautismal de San Blas que podría ser la que se encuentra en la actualidad a la entrada de la Iglesia del Socorro. Esta devoción mariana ha estado presente en las fiestas de Tejina desde tiempo inmemorial, desde la novena de San Bartolomé coincidiendo con el 15 de agosto, día de la Asunción, como con el descanso de la fiesta grande el 25 de agosto día de San Luis Rey de Francia que según Primo de la Guerra era costumbre ir a las propiedades de los Padres de La Candelaria (predicadores) de Jover a darse un baño a la mar. Todas estas fechas marianas concluían un mes después con la octava de la fiesta de San Bartolomé en honor a la patrona de Tejina, la Virgen de la Encarnación, la verdadera fiesta devocional con historia, la Natividad de la Virgen María que nueve meses antes originaría la devoción a la Virgen de la Concepción. En este contexto se construye 10 años después la ermita de San Bartolomé de Tejina, En agosto de de 1536 se llevó a cabo el contrato entre los hermanos Hernán y Vicente Gómez, hijos de Asenjo Gómez con el carpintero Francisco Hernández por la que se comprometía este último a terminar la techumbre de la ermita antes del 24 de agosto. Esta ermita de San Bartolomé de Tejina, daría nombre al puerto actual de Bajamar y Punta del Hidalgo, como puerto de San Bartolomé [iv].
[i] Suárez Hernández, Huberto. Ingeniería Hidráulica a principios del siglo XVII. Programa de las fiestas de Tejina, 2018.
[ii] Santana Rodríguez, Lorenzo Vestida de Sol. Obra Social Caja Canarias 2009.
[iii] Gómez Jaubert,Luis Joaquín. Un misionero agustino en el Sahara.
[iv] Báez Hernández, Francisco. La comarca de Tegueste (1497-1550).